Vive en hábitats con poca cantidad de agua, como desiertos y sabana, a la vez que se la puede encontrar en bosques húmedos y terrenos de cultivo. Es un reptil tanto terrestre como arbóreo. Son animales solitarios y nocturnos. Pasan el día escondidas entre las ramas de los árboles o en algún tronco hueco y salen a cazar al caer la noche. Les gusta trepar a los árboles y tender desde allí emboscadas a sus presas. También baja al suelo con frecuencia en busca de agua y es buena nadadora.
Debido a su mala visión, depende de sus escamas termosensibles (fosetas loreales) para detectar a sus presas. Entre ellas se incluyen lagartos, pájaros de tamaño moderado, zarigüeyas, murciélagos, ratas y ardillas. Sienten especial predilección por los murciélagos, a los que capturan desde los árboles en pleno vuelo. Mata a sus presas mediante constricción hasta estrangularlas.
Danta o Tapir (Tapirus kabomani)
Habita en sectores que alternan praderas con zonas boscosas en la selva.
Era bien conocida por las etnias aborígenes que cohabitaban con él, ya que constituía parte de su alimento. Aunque se trata de uno de los mamíferos más grandes de Sudamérica, T. kabomani es la especie de tapir más pequeña, en cuanto a dimensiones y peso.
Paujil (Crax alberti)
El paujil colombiano (Crax alberti), también conocido como pavón piquiazul, es una especie de ave galliforme endémica del norte de Colombia, desde el piedemonte de la Sierra Nevada de Santa Marta hasta la cuenca baja y media del río Magdalena. Vive en selvas cálidas nubladas a menos de 1.500 m.s.n.m. Está amenazado por la destrucción sistemática y masiva de su hábitat. Se halla en peligro crítico de extinción.
Venado de páramo (Mazama rufina)
El venado del páramo (Mazama rufina) es una especie de artiodáctilo en la familia de los cérvidos. Se le encuentra en Colombia, Ecuador, Perú, y Venezuela.
Cóndor (Vultur gryphus)
Es el ave no marina de mayor envergadura del Planeta.
Es también una de las aves que vuela a mayores alturas, utilizando las corrientes térmicas ascendentes verticales de aire cálido pueden alcanzar con relativa facilidad los 7000 msnm; luego puede planear por cientos de kilómetros casi sin mover las alas extendidas, el cóndor consume muy poca energía y merced a su denso plumaje puede soportar climas gélidos. El cóndor se alimenta de animales muertos. Una vez localizada la carroña, los cóndores no descienden a comer de manera inmediata sino que se limitan a volar sobre la misma o se posan en algún lugar desde donde ésta se vea claramente. Uno o dos días pueden pasar hasta que finalmente se acercan. Comienzan a alimentarse en los puntos más accesibles o blandos de los cadáveres, es decir, los ojos, lengua, ano, ubre o testículos, abdomen y entrepierna. Con sus fuertes y cortantes picos desgarran los tejidos y abren los cueros, lo que adicionalmente facilita el aprovechamiento de la pieza por parte de carroñeros de menor envergadura. Un cóndor puede ingerir unos 5 kg de carne en un día y asimismo puede ayunar hasta 5 semanas.
MARAVILLOSA DIVERSIDAD
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